Carrito 0

Envíos gratis

Entrega en 24H/48H

Envíos a España y Portugal

Pago seguro

Eliud Kipchoge - decorated

- Categorías : PERFORMANCE

"Siempre digo que no puedo olvidarlo. Porque es como la génesis de mi vida en el deporte. Ahí es donde mi nombre salió al mundo. Recuerdo que cuando estaba en la línea de salida me sentía muy joven. Los otros corredores eran mayores que yo y con tiempos mucho más rápidos". - Eliud Kipchoge. 

Son estos momentos, que todos vivimos a nuestra manera, los que pueden formar los recuerdos más influyentes. No necesariamente la victoria, sino superar la emoción de estar allí comprometiéndose a cruzar la línea de salida. 

Cuando se trata de recuerdos, todos estamos igual de decorados.

El éxito conlleva influencia, y la influencia conlleva responsabilidad. Esa responsabilidad puede ejercerse de distintas maneras. Eliud es intrínsecamente altruista. Tiene una profunda conciencia de cómo sus actuaciones inspiran y unen a la gente, y eso fomenta un propósito innato de utilizar su posición para ayudar a los demás. 

A medida que la plataforma de Eliud ha ido creciendo, su mentalidad -que no es natural en todos los que consiguen seguidores- ha evolucionado de la pura actuación a una que incorpora el deseo de inspirar a otros a correr. Y para él, eso empieza en casa, con su familia. Es en estos momentos de nuestra conversación cuando sus ojos brillan más.

Viviendo fuera de casa cinco días a la semana, y con un contacto limitado a conversaciones telefónicas, para Eliud es importante que haya transparencia y que sus hijos puedan preguntar abiertamente sobre su carrera. "Siempre hablo con mi familia. Les cuento lo que está pasando: la presión de las carreras, la atención, cuáles son las necesidades para rendir bien y cuáles son las necesidades para correr bien".

La naturaleza inquisitiva de los niños significa que, claro, hacen las preguntas que todos queremos hacer: "Me preguntan '¿cómo haces para correr tanto tiempo sin cansarte?". Pero también hay oportunidades para conversaciones más profundas en las que Eliud aprovecha su experiencia para ayudarles a prepararse para la vida. "Me preguntan cómo me siento tan cómodo conociendo a tanta gente -conocer a desconocidos- y con quién paso el tiempo".

"Incluso cuando están en el colegio y mis carreras no están en su horario normal, se levantan temprano o se quedan hasta tarde para verme correr. Es bueno que los niños interioricen lo que haces y conozcan el resultado de lo que haces, que amen lo que haces. Y que sepan que para que vayan a la escuela, para que sean felices, esto es lo que estás haciendo". Mientras hablamos, está claro que los beneficios de la tutela de Eliud se reflejan en él. Al tranquilizar a su familia, también se tranquiliza a sí mismo. Pasar largas temporadas lejos de la familia no es fácil para nadie -independientemente de tu estatus-, así que compartir y ser abierto es un proceso de autopreservación. 

Eliud sonríe ampliamente. "Sí, mi familia tiene mis dos medallas favoritas: los Juegos Olímpicos de 2016 y los de 2021 en Tokio". Y, naturalmente, hay un sentimiento de orgullo personal. "Cuando miro mis medallas y mis trofeos, me siento realmente bien. Siento de verdad lo que me he hecho a mí mismo, a mi familia e incluso al mundo entero. Utilizo todo mi pasado para motivarme e inspirar mis futuras carreras".

Hablamos de cómo, a través del running, ha cambiado como ser humano. "Si me remonto a 2003, cuando era muy nuevo en los eventos internacionales, nuevo para los patrocinadores, nuevo para el mundo del deporte, para conocer gente nueva, nuevo para todo. Hace 20 años, correr significaba que tenía que ir al extranjero, a Europa, para correr. Coger un vuelo. Siéntete cómodo en el cielo. Ganar dinero. Pero ahora me he dado cuenta de que he cambiado. Y siempre le digo a la gente que lo importante no es correr rápido. Lo importante es que logres correr. 

Es difícil imaginar a Eliud sintiéndose intimidado en una carrera, pero al acercarse a la línea de salida en los Campeonatos del Mundo de 2003, en París, fue cuando salió de los bastidores y se convirtió en el centro de atención. "Siempre digo que no puedo olvidarlo. Porque es como la génesis de mi vida en el deporte. Ahí es donde mi nombre salió al mundo. Recuerdo que cuando estaba en la línea de salida me sentía muy joven. Los otros corredores eran mayores que yo y con tiempos mucho más rápidos".

Son estos momentos -que todos vivimos, a nuestra manera- los que pueden formar los recuerdos más fuertes. No se trata necesariamente de ganar, sino de superar la emoción de estar allí. De comprometerse a pisar la línea de salida. Cuando se trata de recuerdos, todos estamos igual de decorados. 

"Siempre vuelvo atrás. Poniéndome de nuevo en esos zapatos. Cruzar la línea de meta. Correr mis mejores tiempos. Y en mi entrenamiento me digo a mí mismo que todavía soy capaz de esforzarme más y rendir más. Cuando siento que estoy cansado, me acuerdo de cuando gané un gran maratón. Cuando estoy cansado, me acuerdo de ganar una medalla de oro. Cuando estoy cansado, recuerdo haber batido récords mundiales. Recuerdo haber hecho historia. Y me digo: 'Oye, es la constancia la que dará sus frutos al final del túnel'".

Special thanks to Eliud Kipchoge

-
Utilizamos cookies para que usted obtenga la mejor experiencia en nuestro sitio.

Nuevo registro de cuenta

¿Ya tienes una cuenta?
Entrar O Restablecer la contraseña
-
Mi carrito