Hablamos de cómo, a través del running, ha cambiado como ser humano. "Si me remonto a 2003, cuando era muy nuevo en los eventos internacionales, nuevo para los patrocinadores, nuevo para el mundo del deporte, para conocer gente nueva, nuevo para todo. Hace 20 años, correr significaba que tenía que ir al extranjero, a Europa, para correr. Coger un vuelo. Siéntete cómodo en el cielo. Ganar dinero. Pero ahora me he dado cuenta de que he cambiado. Y siempre le digo a la gente que lo importante no es correr rápido. Lo importante es que logres correr.
Es difícil imaginar a Eliud sintiéndose intimidado en una carrera, pero al acercarse a la línea de salida en los Campeonatos del Mundo de 2003, en París, fue cuando salió de los bastidores y se convirtió en el centro de atención. "Siempre digo que no puedo olvidarlo. Porque es como la génesis de mi vida en el deporte. Ahí es donde mi nombre salió al mundo. Recuerdo que cuando estaba en la línea de salida me sentía muy joven. Los otros corredores eran mayores que yo y con tiempos mucho más rápidos".