¿Por qué es tan importante el sistema inmunológico para los atletas de fondo?
Lo escuchamos una y otra vez: ¿cuál es la clave del éxito en los deportes de competición? La mayoría de las veces se trata de un entrenamiento constante. Esto significa encadenar semanas, meses e incluso años de entrenamientos consecutivos sin descansos prolongados debido a enfermedades o lesiones. Sin embargo, al más alto nivel, donde las cargas de entrenamiento se llevan a cantidades muy altas, los atletas a menudo viven en el límite entre la cantidad adecuada de entrenamiento y demasiado. En su intento por lograr el mayor estímulo de entrenamiento posible y los niveles de condición física resultantes, corren el riesgo de sobrepasar este límite.
Cuando los atletas se exceden, pueden sufrir sobre-entrenamiento, lesiones o enfermedades, lo que afecta la consistencia de su entrenamiento. La mitigación de los riesgos de enfermedad es una consideración importante para los atletas que se esfuerzan por lograr dicha consistencia en el entrenamiento. Lamentablemente, los atletas de alto nivel corren un mayor riesgo de enfermarse, en particular infecciones del tracto respiratorio superior, en comparación con los deportistas más amateur.
Los atletas a menudo se enfrentan a una mayor exposición a microorganismos patógenos debido a varios factores: aumento de la frecuencia y profundidad de la respiración durante el ejercicio (que aumenta la exposición pulmonar a patógenos transmitidos por el aire), contacto con grandes multitudes y viajes frecuentes al extranjero. Además, algunos dolores de garganta reportados pueden deberse a una inflamación no infecciosa de las vías respiratorias causada por alergias, inhalación de contaminantes o aire frío y seco en lugar de agentes infecciosos.
Además, la depresión de la función inmunológica posterior al ejercicio es más pronunciada cuando el ejercicio es continuo, prolongado (más de 90 minutos) y de intensidad moderada a alta (55-75% de la capacidad aeróbica) (Gleeson et al. 2013). Por lo tanto, las intervenciones que pueden mejorar la inmunidad son de gran interés para los atletas de alto rendimiento, ya que permiten perder menos días de entrenamiento por enfermedad, lo que permite un entrenamiento más constante.
La dosificación eficaz de micronutrición adecuada, como la vitamina C, el zinc y la vitamina D, son formas comprobadas de mejora del sistema inmunológico de los atletas y reducir el riesgo de enfermedad.
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